Chávez ofreció construir un gasoducto que llevaría el hidrocarburo hasta Buenos Aires, para que los argentinos prepararan sus asados con gas, esta vez sí, del bueno.
Sin embargo, en todo el eje oriental del estado Aragua, desde La Victoria hasta Tejerías, sus habitantes tienen que hacer verdaderos milagros para conseguir una bombona de gas.
Un vecino llamó a la empresa y preguntó que “cuándo Vengas va a traer el gas”. Desde el otro lado del hilo telefónico respondieron retrecheramente, recordando que ya no es Vengas sino Gas Comunal, y ofrecieron la bombona para dos días después.
De esa fecha han transcurrido tres meses y la bombona ofrecida sigue sin aparecer. Mientras las hornillas eléctricas se venden como pan caliente. Los aragueños siguen sin entender cómo era que el gas iba a llegar hasta Buenos Aires pero no aparece en su estado. Los cuentos de Chacumbele son cada día más difíciles de creer.
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